- Jun 19, 2016
- Pedro Vargas
- Enfermedades infecciosas, Flu, Salud Pública, Vacunación, Vacunas
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Hay ciertos aspectos que vale la pena enfatizar alrededor de todo lo que se ha dicho o sugerido con respecto al brote, aún no epidémico, de influenza, pero en el más amplio escenario de las vacunaciones.
- Es necesario crear una cultura de vacunación, para lo cual las autoridades de Educación y de Salud son indispensables
- El analfabetismo médico es la vía por donde transita la irresponsabilidad desinformativa de aviesos propósitos insondables y costosos
- Las epidemias no son un asunto numérico aislado, sino una relación numérica en un tiempo determinado; por tanto, 20 casos cuando no se espera ninguno es epidemia, y 2,000 casos cuando se esperan 1800 no es epidemia
- El manejo sanitario de las epidemias no difiere significativamente del manejo de situaciones que no alcanzan ese nivel. por lo que su valor puede ser solo estadístico
- Todas las personas deben vacunarse para las enfermedades infecciosas para las cuales hay vacunas de probada eficacia
- En situaciones de restricción, la vacunación se prioriza, algo difícil, según la realidad de cada situación, pero ello no invalida la directriz de que todos deben vacunarse
- Las “poblaciones de riesgo” frente a una enfermedad infecciosa no son aquellas únicas con riesgo de infectarse, sino aquellas con riesgo mayor de complicarse
- Frente a las infecciones TODOS estamos a riesgo de ser infectados
- Vacunar no es un asunto de “slogans” y campañas de colores y ruidos, caravanas y jolgorio, es una actividad regular, predecible, seria y costosa
- La salud del individuo –que no es un fin- es primariamente su responsabilidad y el Estado debe facilitar los instrumentos: agua; vivienda; alimentos; atención de salud pronta, cálida, científica y universal
- La vacunación no debe omitirse o desperdiciarse la oportunidad de vacunar porque el individuo tenga un catarro o una fiebre menor
- Las vacunas inactivadas no producen la enfermedad para la cual se vacuna, porque están manufacturadas con partículas inermes del organismo que produce la enfermedad
- Otros factores sí pueden coincidir con la vacunación y producir efectos adversos –la mayoría leves o moderados_ que le podrían dar “mal nombre” a las vacunas. Una sociedad educada con respecto a estos aspectos, seguirá vacunándose para protegerse
- No vacunarse sin razones médicas es una irresponsabilidad para con uno mismo o los seres queridos y un asunto ético que trae consecuencias no solo biológicas sino sociales, económicas y políticas para las cuales hay sanciones o debe haber
- El lavado de las manos debe estar al alcance de todos porque es la medida doméstica y laboral más eficaz para evitar el contagio de enfermedades